sábado, 16 de junio de 2018

Arroyo Carabaña


   En tierras de Cortegana, en el camino que se dirige a La Nava, se encuentra el arroyo Carabaña, que presta sus aguas al Rio Múrtigas, muy presente en toda nuestra sierra.



  En el paseo, siguiendo su curso, nos adentramos en un paisaje que recuerda a la España cantábrica por la densidad y verdor de la vegetación que está por todas partes.



  En la tempranera mañana, la tenue neblina pone el misterio entre los verdes helechos de considerable altura, a medida que  el sol conquista el día, va dejando al descubierto un escenario digno de la mejor historia surgida de la mano de la naturaleza.



   El agua, remansada en algunos tramos, alocada y jovial en otros, nos guía por pequeñas cascadas y puentes improvisados, invitándonos también a mojar los pies en sus transparentes aguas, llenas de vida con piedras cubiertas por el suave limo.



  Árboles propios de la vegetación de ribera, rodean el cauce, protegiéndolo del sol y haciendo descender el termómetro para favorecer el descanso sestero de sus moradores. 



 Lavanda, margaritas, amapolas, matagallos, nazarenos, rosas silvestres, dedaleras, jacintos, gladiolos, jaras y algún lirio solitario, ponen la nota de color entre los helechos de gran porte y dan vida a cientos de insectos que mimosos las acarician.



   En el trayecto nos encontraremos los restos de varios molinos harineros, testigos de la importancia que tuvo en tiempos pasados la actividad de la molienda para Cortegana.



   Este paseo de unos cuatro kilómetros si lo hacemos solo de ida, llega hasta la Posada de Cortegana, se puede hacer con niños, si nos apetece seguir andando podemos volver por el mismo camino.
  

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