viernes, 31 de enero de 2020

Aldeas de Aracena: Carboneras y Corterrangel

   Carboneras y Corterrangel son dos de las seis aldeas pertenecientes al municipio de Aracena. Estos pequeños núcleos con escasa población, son lugares donde la paz pasea por sus calles, donde se aprende a vivir con poco y donde todavía encontramos personas sencillas, de las que cada vez quedan menos, con vidas llenas de historias entrañables.


        Carboneras




   Esta preciosa aldea se encuentra a 7 kms. de Aracena, cuenta con unos100 habitantes aproximadamente, número que disminuye cada año como ocurre en tantos de nuestros pueblos. Debe su nombre a la ocupación principal de sus habitantes.





 Es un placer pasear por sus calles estrechas, sus rincones perfectamente adaptados a la orografía del terreno, sus casas blancas y de piedras, su silencio. 





  Sorprende, en su arquitectura típica serrana, la Iglesia de S. Antonio Abad, de estilo mudéjar, construída en dos momentos, una parte en el siglo XV y una ampliación posterior en el XVI.






          Corterrangel




   Situada a unos 10 kms. de Aracena, cuenta con 16 habitantes empadronados (en 2019), si tienes la oportunidad de visitarla durante la semana, te llevarás la sensación de pueblo desierto por el silencio que invade todo. 





   Nos encontramos calles blancas y vacías, su plaza que añora los ruidosos juegos de los niños que un día la alegraban.





  La Iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza, construída en el s. XVI, está situada, curiosamente en la afueras del pueblo, junto a ella se ubica el cementerio.





       Entre Carboneras y Corterrangel


   Para disfrutar plenamente, y si os gusta andar por el campo, recomiendo el camino que sale de Carboneras pasando por Castañuelo y que llega hasta Corterrangel, es una distancia asequible (unos 15 kms. ida y vuelta) y el sendero es una preciosidad.



  Caminamos por espléndidas dehesas, caminos amplios que de repente se convierten en estrechos y sinuosos con paredes cubiertas de verde vegetación, encinas de impresionante porte, quejigos y alcornoques, alfombras de hojas en algunos tramos y en otros de hierba de un verdor increíble, sendas entre muros de piedras, muy bien conservados y cubiertos de musgo. Muy cerca ya de Corterrangel tendremos que cruzar un pequeño arroyo.



   Cientos de caminos se dibujan por nuestra sierra y nada mejor que conocerla a pie, oler, tocar y sentir el alma de esa tierra que se nos regaló. 



   Esta ruta podéis seguirla y descargarla pinchando aquí, donde encontraréis indicaciones y comentarios que os ayudarán a no perder el camino.

   

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