lunes, 22 de diciembre de 2014

Los rehiletes


   La Sierra de Aracena y Picos de Aroche conserva muchas celebraciones en las que se mezclan el carácter religioso con los elementos naturales, este es el caso de los rehiletes en Aracena.


   En  la víspera de la festividad de la Purísima Concepción, el día 7 de diciembre, el pueblo se llena de hogueras en los diferentes barrios donde, sobretodo los niños, son los protagonistas quemando los rehiletes. Se fabrican  pinchando en una vara de olivo las hojas de castaño bien prensadas y sujetas por castañas para que no se desprendan.



  El origen de esta tradición es desconocido, además de su simbología religiosa, con el fuego como elemento purificador, tiene un carácter agrícola, con el final de la recogida de la castaña y la caída de las hojas del árbol, se fabrican los rehiletes, propiciando en parte la limpieza de los castañares.



   Las semanas previas a la festividad los niños salen al campo con su vara de olivo y van pinchando las hojas que formarán el rehilete, que una vez confeccionado hay que dejar secar para que el fuego prenda bien, además en estas salidas se suele recoger leña que servirá para la candela que tendrá que estar encendida hasta la madrugada.


   A las 19 h. empiezan a encenderse las hogueras en los diferentes barrios, entre ellos, las más populares son: la Plaza Alta, la calle Alegre (junto a la Plaza de Toros) o Santo Domingo.



 Los niños prenden sus rehiletes en la hoguera y con un movimiento circular del brazo los van girando hasta que se queman totalmente produciéndose un efecto de gran belleza. Aunque los protagonistas son los niños, también los mayores queman sus rehiletes y aprovechan las brasas de las candelas para terminar la fiesta con carnes ibéricas y vinos de la zona.






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