Este pueblo del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos
de Aroche, se encuentra situado en un valle delimitado por el Cerro Castillejo y las Cumbres
de la Serrachuela. Tiene una extensión de 27 kilómetros
cuadrados y una población que ronda los 500 habitantes. El término municipal
limita con Jabugo, Castaño del Robledo, Alájar y Almonaster La Real y comprende también a
las aldeas de La Corte ,
La Presa y La Fuente del Oro. Es uno de
los puntos con mayor índice de precipitación anual de toda España.
Las primeras manifestaciones de la presencia humana datan del 3.000 a .c., son unos
grabados rupestres hallados dentro de una necrópolis dolménica, ya en el s. XVI hay noticias de un aumento
demográfico en estas tierras y es en 1.751 cuando Fernando VI le concede el
título de villa y consigue la independencia de Almonaster La
Real. En el s. XX, su población se dedica a
una economía familiar de subsistencia, basada en las labores agrícolas y
ganaderas. Hasta los años 60, es muy importante la producción de cal para la
construcción, realizada en los más de 10 hornos
situados en el Cerro Castillejo.
Los lugares que debemos visitar en Santa Ana La Real , son:
- Iglesia de Nuestra Señora Santa Ana, que se terminó de
construir a finales del s. XVIII, de estilo neoclásico, cuya torre de dos
cuerpos está coronada por un pináculo octogonal con cerámica vidriada, sus dos
campanas son conocidas popularmente como “la gorda” y “la chica”.
- Ermita de San Bartolomé, construida en 1926, se
encuentra en una de las salidas del pueblo.
- La Cruz
del Vigía, un túmulo hexagonal con una cruz de hierro desde donde se contempla
una bonita panorámica.
- La
Fuente de los Tres Caños, de forma hexagonal de cerámica
vidriada cuyas aguas son recogidas en un pilar circular, que conecta el
abrevadero con los lavaderos.
Santa Ana La Real
posee un rico patrimonio natural y paisajístico, una vegetación de encinas,
alcornoques, castaños y olivos.
Así tenemos un lugar
privilegiado para disfrutar el senderismo: los Riscos de Levante, los Chorros
de Joyarancon, el camino de Los Veneros, y otros muchos caminos reales que
surcan la zona.
Las fiestas patronales se celebran en julio en honor de Santa Ana, con
actividades muy arraigas en la tradición, también se celebra el día de los
Quintos, las Candelas de San Juan y San Pedro, las migas de Tosantos, etc.
Un pequeño pueblo que merece la pena visitar y donde seremos recibidos por los santaneros, gentes hospitalarias y acogedoras, como dice el poeta Juan de Mata Rodrigo.
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