La Sierra de Aracena y Picos de Aroche es una zona con gran variedad y cantidad de setas, su clima templado, su suelo y su vegetación de bosque mediterráneo, crean el hábitat ideal para la proliferación de setas. Se pueden encontrar hasta 500 especies diferentes entre comestibles y no comestible.
Aunque la época del año en que son mas abundantes es el otoño, con las primeras lluvias, hasta mayo, cuando las temperaturas comienzan a subir, podemos encontrar una gran cantidad de ellas, sobretodo en zonas donde predomina el bosque de galería de rivera.
La tana (Amanita Caesarea) , los tentullos (Boletus Aereus) y sobretodo el gurumelo (Amanita Ponderosa) son las protagonistas de muchos platos serranos y por ello las más buscadas. También abundan el gallipierno (Macrolepiota Procera), la lengua de castaño (Fistulina Hepática), la seta barbuda (Corpinus Comatus) o el pie azul (Legista Nuda), en los últimos años con la creciente afición a la recolección de setas, van incrementado su popularidad.
Cada especie crece en unas condiciones diferentes: humedad, diferentes temperaturas, suelo con hojarasca, bosques de alcornoques, tronco de árboles, entre el musgo, en las cunetas, etc.. Sus formas son también variadas y hay que tener mucha precaución a la hora de su consumo, pues una misma especie según su estadio puede ser comestible o venenosa como el gallipierno que, por su tamaño, puede ser la macrolepiota conradi (tóxica) o la macrolepiota procera (comestible), o el pie azul que cruda no se puede comer, pero cocinada resulta muy sabrosa.
En el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en los últimos años se ha desarrollado un turismo micológico importante que llena el campo de personas con sus cestas para recolectar setas, hay que tener en cuenta que muchas de las zonas donde crecen son propiedad privada por lo que habrá que solicitar los permisos oportunos. Además recordar que el consumo de algunas variedades pueden causar incluso la muerte, por lo que se aconseja consultar a alguien experimentado.
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